
Estimular a los niños con el deporte desde temprana edad es siempre una buena idea, las artes marciales son especialmente atractivas para los padres.
Generalmente pensamos incluso sin darnos cuenta que les queremos dar una herramienta para que sepan defenderse.
Eso está muy bien, sin embargo, recordemos que son niños todavía y deben tomarlo como una actividad para divertirse, para relajarse y para socializar.
Permitirles que practiquen artes marciales les da un nivel de salud física y mental que va de la mano con el respeto, el compañerismo, valores en general.
Existen disciplinas marciales que van mucho más acorde a la edad de los niños y de eso hablaremos a continuación.
Por supuesto, cada padre es quien debe elegir, pero esta información puede servir de ayuda al momento de buscar una disciplina marcial que fortalezca en todo sentido a nuestros hijos.
Artes marciales recomendadas para niños
No hay que olvidar que las artes marciales implican obviamente un contacto físico fuerte, impactos con las extremidades y otras partes del cuerpo.
Pero también es cierto que en cada etapa de la vida las artes marciales van cobrando un significado distinto, es por esta razón que la guía de los padres y el maestro son esenciales.
- Karate: es uno de los más famosos por no decir el que más, es una disciplina marcial originaria de Japón.

Trae grandes beneficios como son la disciplina, el desarrollo del carácter, la actitud, en el karate también se fomenta el respeto y la lealtad, además de ser un excelente ejercicio.
Ayuda en la psicomotricidad y la flexibilidad, niños a partir de los 4 años en adelante pueden empezar a practicarlo.
- Judo: el judo también es una disciplina marcial creada en Japón, es interesante ya que se basa en usar la fuerza del oponente contra él mismo.

El objetivo es derribarlo mediante una serie de técnicas, en los niños lo que se busca generalmente es que sea una especie de juego.
Un beneficio importante del judo en niños es que desarrollan rápido su estabilidad y su capacidad de concentración.
Como en el caso del Karate, también se fomentan valores como el respeto y la lealtad, ayuda a formar un buen carácter, con el paso del tiempo sí estimula la competitividad.
- Kung Fu: es también una de las artes marciales más famosas, aunque en este caso el origen de dicha disciplina es chino.

Para los niños es especialmente atrayente debido a que este arte marcial basa sus diferentes técnicas y movimientos en cinco animales que son: la grulla, el dragón, la serpiente, el tigre y el leopardo.
Hay otros dos adicionales que son el mono y la mantis. El kung fu busca que la persona consiga un alto nivel de autocontrol.
Además de lograr gracias a sus técnicas y movimientos el protegerse a sí mismo neutralizando situaciones de peligro.
Tiene influencias budistas por lo que gracias a sus técnicas de respiración los niños pueden aprender a calmarse, a concentrarse y a aprender a evitar las confrontaciones físicas a no ser que sea necesario.
El kung fu permite un buen desarrollo del equilibrio, flexibilidad y mejora notablemente los reflejos y reacciones ante cualquier estímulo que represente un riesgo.
- Capoeira: la capoeira no es un arte marcial como tal, es una danza que combina movimientos de baile con movimientos de artes marciales.

El contacto físico es mínimo, aunque sí es válido tocar al oponente, a pesar de lo dicho hace un momento, muchos expertos sí lo consideran un arte marcial.
Los movimientos acrobáticos que parten de las técnicas básicas son muy llamativas y por esto es que es muy recomendada para niños.
Esa flexibilidad y habilidad los hace idóneos para la capoeira, estimula la motricidad, la coordinación, la visión y los reflejos.
Es además a nivel emocional muy estimulante, relajante y ayuda mucho a los niños a entablar relaciones sociales, a tener más seguridad en sí mismos.
- Aikido: esta disciplina es japonesa, probablemente conocida por muchos por el actor Steven Seagal por sus decenas de películas de acción.

Pues no solo es para adultos, esta disciplina marcial busca quitarle el equilibrio al oponente usando su propia fuerza.
Además, se logra esto también con una serie de golpes que logran aturdir al contrincante.
Estas técnicas en niños logran que mejoren su coordinación, su velocidad, además de darle confianza.
Hay que señalar que se trata de una de las artes marciales que requiere de más tiempo para dominarla de lleno.
Esto permite a los niños aprender a tener objetivos y metas a mediano y largo plazo, les da herramientas para resolver problemas sin usar la fuerza, por contradictorio que suene.
Esto gracias a que es un arte marcial defensivo, como vimos antes se aplica la misma fuerza del oponente para reducirlo.
En pocas palabras, si alguien trata de agredirte, esa fuerza será orientada hacia el mismo agresor.
Edad apropiada para empezar a practicar artes marciales
Este es un detalle que no hay que pasar por alto.
Si bien es cierto, mencionamos que para el karate la edad mínima es de 4 años, la verdad es que esto es relativo.
Hay que tener en cuenta que cada niño se desarrolla a su ritmo, para algunos el tener 4 años todavía sería prematuro.
Para otros sería el apropiado, lo que debemos tener en cuenta es que el niño debe tener ya un control de sus movimientos y de sus músculos apropiado como para ya dar golpes propios de las artes marciales.
Recuerda que dependiendo de la disciplina elegida habrá movimientos más o menos complejos qué realizar.
Teniendo en cuenta eso una edad adecuada serían los 6 años.
Pero es mejor no especular, si ya elegiste el arte marcial para que tu hijo aprenda, es mejor que consultes con su futuro maestro y de ser posible con su pediatra.
Elegir una buena academia de artes marciales
Esto va de la mano con lo anterior, los niños están todavía aprendiendo sobre el mundo que los rodea.
Si llegan a recibir un mensaje incorrecto o no se les transmite los valores adecuados y las enseñanzas apropiadas, sería algo riesgoso para él y para todos.
En ese sentido indaga sobre el dojo o academia de artes marciales.
No solo deben enseñar a dar golpes y patadas, deben enseñar valores, el maestro debe tener carisma, debe saber llegar a los niños.
En resumidas cuentas, tu hijo se debe sentir a gusto para poder absorber todas las enseñanzas sin distracciones.
Además, debe haber un ambiente cómodo, buena infraestructura y equipamiento.
Razones para practicar artes marciales en la niñez
Mencionamos algunas razones y beneficios en cada arte marcial citado antes.
Pero hay también otras buenas razones a nivel general y por las cuales es recomendable fomentar estos deportes en los niños:
Mejor capacidad para resolver tareas y situaciones
Esto es gracias a que el aprendizaje de artes marciales hace que los niños aprendan rápido a resolver situaciones y lograr alcanzar metas.
De forma muy natural aprenden a trazarse metas, objetivos y sobre todo estrategias y que pueden aplicar en la vida en general.
Aumenta la seguridad en sí mismo y la confianza
Esto también lo comentamos, pero hay que añadir que especialmente en niños que tienen cierta timidez es de gran ayuda.
La práctica de las artes marciales refuerza la confianza y seguridad en sí mismos y esto es crucial en su desarrollo.
Evita la obesidad infantil
No hace falta entrar en mucho detalle, en nuestros días es muy normal que los niños pasen horas con el móvil o la tablet.
Eso, aunque suene algo exagerado puede provocar obesidad infantil, obviamente entra en juego la alimentación.
La práctica de artes marciales reduce en gran medida ese riesgo, los mantiene en su peso ideal y en buena condición física.
Además de darles esa alternativa tan saludable que es el deporte, reduciendo el tiempo que pasan frente a las pantallas.
Fomenta la sana competencia
Esto va de la mano con los valores que también mencionamos antes.
Aprender artes marciales no quiere decir pisotear a los demás o repartir golpes sin sentido.
No es para nada eso; es respeto, amistad, lealtad, solidaridad y por supuesto competitividad pero sana.
En el cuadrilátero o el espacio designado para los combates hay que darlo todo, evitando dañar por supuesto, hay reglas que se deben respetar.
Es divertido, claro que sí, pero con el paso del tiempo el espíritu competitivo despierta y debe ser sano, respetando al oponente y recibir el mismo respeto.
Eso aporta mucho en la vida del niño, en sus relaciones familiares, sociales y en el futuro en el aspecto laboral, si quiere seguir con su actividad deportiva le será de mucha ayuda.