El colecho, ese acto de compartir la cama con nuestro bebé, se ha vuelto una práctica más que común en las nuevas generaciones de padres. Especialmente desde que se ha demostrado la enorme cantidad de beneficios que trae para el desarrollo emocional del bebé.
Dormir juntos es beneficioso para el bebé
El proceso de amamantar puede ser muy demandante y las tomas de la noche son desde luego, las más pesadas. Allí es donde encontramos la primera gran ventaja del colecho. Y no es la única.
Pero al enamorarnos de esta práctica y hacerla parte de nuestra rutina, surge también una pregunta. ¿Hasta cuándo puedo dormir con mi bebé? ¿En qué momento es bueno dejar el colecho?
En eypeques.com tenemos algunas sugerencias para responder estas interrogantes.

Enumerando los beneficios del colecho
Antes de saber hasta cuando es bueno dormir con nuestros pequeños, repasemos los beneficios que tiene la práctica del colecho.
Como seguramente has escuchado, la primera ventaja que salta a la vista es en cuando a la lactancia materna, ya que compartir la cama con el bebé facilita el momento de darle pecho durante las horas de la noche. Pero hay otros beneficios importantes.
Por ejemplo, al compartir la cama con sus padres, los bebés se mantienen serenos y duermen más profundamente. Esto se debe a que sentir a sus padres cerca incentiva la producción de la hormona de la tranquilidad (endorfina), reduciendo la hormona del estrés (cortisol).
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Más horas de sueño
Gracias a esta tranquilidad, tanto los padres como los hijos tienen mejor calidad de descanso y más horas de sueño. Ya que la madre y el bebé sincronizan sus horas de sueño, e incluso, el pequeño se duerme con más facilidad.
Además, levantarse a alimentar al bebé es un proceso más natural, ya que de necesitarlo, la madre solo acerca al pequeño al pecho y este responde pegándose al él, sin más. ¡Y sin necesidad de llantos desconsolados!

Regulador de temperatura
Otra importante ventaja del colecho es precisamente mantener al bebé calientito durante la noche. Como bien sabemos, los bebés no regulan la temperatura por sí mismos, por lo que al dormir junto a sus padres, no necesita de mantas ni cambios de ropa para adecuarlo al clima.
Incluso, algunos expertos afirman que el colecho reduce el riesgo de muerte súbita (SMSL) ya que la respiración de la madre mantiene el ritmo constante de la respiración del bebé.
Entonces, ¿hasta cuándo es recomendable practicar el colecho?
Una vez que han decidido que compartirán la cama con el bebé, comenzarán a notar los beneficios del colecho. Ahora bien, también es importante saber cuándo es buen momento de invitar al pequeño a dormir en su propia cama (o cuna).
Lo primero que hay que destacar en este punto es que el proceso para dejar el colecho debe ser tan natural como la misma práctica. Sin apuros y sin tormentos. De esta forma, todos estarán contentos con el resultado.

Dormir juntos hasta los 5 años
Algunos expertos afirman que la edad adecuada para que el niño comience a dormir solo es alrededor de los 5 años. Esto debido a que su nivel de madurez permite a los padres establecer una conversación donde explicar al niño que deberá pasar la noche en su propia cama.
De esta forma, el paso de la cama de los padres a la propia se realiza sin problemas, mediante la aceptación del niño. Posiblemente querrá obtener alguna atención que le compense, como una lectura de cuentos antes de dormir.
Mientras dura la lactancia nocturna
Hay quienes recomiendan mantener el colecho mientras el bebé realice tomas de pecho en horas nocturnas. En ese caso, el tiempo podría ser de un año o más, dependiendo de la decisión de la madre de mantener la lactancia nocturna.
En ese caso, el paso a la cama propia debe ir de la mano con la retirada de las tomas nocturnas. Siempre respetando las emociones del pequeño, y desde luego, con mucha paciencia.

El niño manifiesta sus deseos
En algunos casos, son los mismos niños quienes manifiestan que se sienten listos para dormir en su propia habitación. Esta es una oportunidad única en la que los afortunados padres podrán disfrutar de un cambio de etapa de la forma más natural.
Esto suele ocurrir alrededor de los 4 años, cuando los pequeños exploran un poco sobre su identidad. Así que una buena recomendación es prepararle una habitación tan tentadora que él mismo desee disfrutar allí sus horas de sueño.
Lo más importante, que el niño esté listo
Para nosotros, la conclusión más evidente sobre el mejor momento para dejar el colecho es: que el niño y los padres se sientan listos para ello.
Recuerda que uno de los beneficios que presenta el colecho está ligado a la estabilidad y desarrollo adecuado de las emociones, por lo que el paso hacia la nueva etapa debe proteger lo que has logrado hasta ahora.

El mejor momento
El momento para dejar el colecho no se puede marcar con una edad o un suceso, porque se refiere a un conjunto de circunstancias que les dirán a los padres que su pequeño está listo.
Recuerda que no existe apuro y que las reglas de la crianza respetuosa de cada hogar las colocan los padres, pues nadie mejor que ellos conoce las necesidades emocionales de su pequeño.
¿Afecta la intimidad de la pareja?
Esta es una pregunta bastante frecuente cuando hablamos de la duración del colecho. La respuesta es: no. La intimidad de la pareja no se ve afectada por la práctica del colecho ni por la duración del mismo.
Por el contrario, el colecho ayuda a los padres a conseguir un mejor descanso durante las horas de sueño ya que el bebé se siente seguro y no necesita ser “calmado” durante la noche.
El tiempo que practicas el colecho es en realidad una inversión que beneficia la salud integral de tu bebé, fortalece los vínculos entre los miembros de la familia y une más a la pareja.
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Algunas curiosidades sobre el colecho
¿Sabías que en países como China y Japón se practica el colecho hasta los 7 años?
De hecho, es sabido que en la mayoría de los países donde los padres duermen con sus hijos como parte de una idea cultural, no existe una palabra para el síndrome de muerte súbita del lactante, porque prácticamente no existe.
Incluso, el colecho no es algo tan nuevo en nuestra cultura. Fue hasta el siglo XIX que el colecho dejó de practicarse, cuando comenzaron a usar habitaciones y cunas separadas para los niños. Antes de eso, el colecho era una práctica más que común en las familias.
Colecho sano
Ahora bien, claro que para minimizar los riesgos del colecho (que claro que existen), hay algunas recomendaciones que es necesario tomar en cuenta antes de decidirse por esta forma de dormir en familia.
- Una cama adecuada. Esto se traduce en espacio para que los padres y el bebé puedan descansar y moverse sin riesgo de aplastamientos. Puedes optar por una cama espaciosa o adaptar una cuna de colecho, que son más que funcionales.
- Las cunas de colecho son recomendadas para los bebés menores de 6 meses, ya que muchos expertos prefieren que los padres esperen hasta esta edad antes de pasar a los niños a su cama.
- Superficie firme y libre de obstáculos. Las mantas, almohaditas y juguetes de dormir no son recomendados pues aumentan el riesgo de asfixia. Lo ideal es una cama de colchón firme, y sin más compañía que los padres.
- Nada de sofás, camas pegadas a la pared, colchones de agua o de superficies suaves.
- Si alguno de los padres fuma tabaco, consume alcohol, sufre de obesidad o toma psicofármacos, no es recomendable el colecho.
- Si el ambiente de la habitación es demasiado seco, se recomienda usar un humidificador.

Una decisión familiar
La práctica del colecho es una decisión de los padres, y debe ser tomada una vez que se han familiarizado con el tema y conocen los beneficios y las recomendaciones para practicarlo sanamente.
Del mismo modo, el momento de terminar con esta etapa también debe ser una decisión conjunta, donde se respeten las emociones y opiniones de todos los miembros de la familia.
De esta forma, se obtendrán todos los beneficios y podrán disfrutar de este momento tan especial con el nuevo pequeño miembro de la familia.